El primer paso fue recoger entre todos y todas las naranjas, lavándolas y pelándolas. Las cortezas se cortaron en trozos pequeños, así como los gajos. Luego fue haciéndose a fuego muy lento junto con el agua y el azúcar. Toda la actividad se llevo a cabo en el aula.
De ello se extrajo diferentes tareas: explicación, redacción y lectura de los pasos a seguir, elaboración de la receta, degustación de la mermelada ya enfriada, conocer diferentes clases de mermelada, etc.
La actividad estuvo muy interesante y el alumnado salió muy satisfecho de la experiencia. Ésta nos enseña que podemos aprovechar cualquier materia prima que nos rodee para trabajarla en el aula.
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